Es imprescindible usar un calzado apropiado para el deporte elegido, a la vez que cómodo, flexible y por supuesto de tu talla. No es lo mismo jugar al fútbol que al baloncesto, por ejemplo. El terreno de juego varía y, por tanto, también el material con el que se fabrica dicho calzado.
El uso de un calzado inadecuado puede provocar desde que te salgan ampollas o rozaduras hasta sobrecargas musculares, torceduras o roturas del tobillo, la rodilla o el pie. Por el contrario, un calzado adecuado, hará que te sientas cómodo y te ayudará a aumentar tu rendimiento deportivo.
A la hora de comprar un calzado deportivo tendrás que tener en cuenta aspectos como: la modalidad deportiva para el que lo quieres, la superficie de juego y el material del calzado (amortiguación, suela, plantilla…). Además, es importante que te pruebes ese calzado antes de comprarlo con el calcetín que vas a usar pues no todos tenemos la misma forma del pie y lo que puede ser bueno para uno puede dejar de serlo para otro deportista.